La Revolucion Mexicana
Álvaro Obregón se uniría a Venustiano Carranza, quien proclamo el Plan de Guadalupe - donde desconocía al gobierno de Huerta, en una rebelión contra el nuevo gobierno que llevaría a Victoriano Huerta a renunciar el 14 de julio 1914.
Gobierno de Venustiano Carranza: Campañas de Alvaro Obregon contra Pancho Villa "Batalla de Celaya"
Como jefe militar, Álvaro Obregón fue un firme partidario de Venustiano Carranza y cuando este llegó al poder, lo acompaño como Ministro de Guerra y Marina, para contrarrestar a las fuerzas comandadas por Pancho Villa y Emiliano Zapata. Los ejércitos de Obregón y Villa se enfrentaron en cuatro batallas. La primera tuvo lugar el 6 y 7 de abril de 1915, terminando con la retirada de las fuerzas villistas. La segundo, en Celaya, Guanajuato, se llevó a cabo el 13-15 de abril, durante el cual el ataque de los villistas a la ciudad de Celaya fue rechazado. La tercera fue una larga y decisiva batalla de las posiciones de Trinidad y Santa Ana del Conde, que tuvo lugar entre el 29 de abril y 5 de junio. Pancho Villa sería derrotado de nuevo por Álvaro Obregón (quien perdió su brazo derecho durante los combates). Villa hizo un último intento de detener al ejército de Obregón en Aguascalientes, el 10 de julio, pero sin éxito.

Carrera política de Álvaro Obregon
Álvaro Obregón regresó en el año 1920 a la política, con la esperanza de suceder al presidente Carranza. Cuando se torno evidente que Carranza quería asegurarse de que lo sucediera Ignacio Bonillas, Álvaro Obregón organizó una rebelión militar contra el presidente Venustiano Carranza (Plan de Agua Prieta, 1920). Como sus fuerzas fueron aumentadas por el general Benjamín Hill y varias facciones de los zapatistas como la liderada por el general Genovevo de la O. La rebelión encabezada por Obregón fue exitosa y depuso al presidente. Venustiano Carranza sería asesinado en el Estado de Puebla durante una emboscada dirigida por el general Rodolfo Herrera, cuando intentaba abandonar la ciudad de México en dirección Veracruz. En los seis meses siguientes a la deposición de Carranza, Adolfo de la Huerta fue presidente provisional, hasta que fuesen convocadas las elecciones, de las cuales saldría victorioso Alvaro Obregón.

Los cuatro años de gobierno de Álvaro Obregón fueron conocidos por la reforma agraria y el anticlericalismo y por el establecimiento de buenas relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, basado en la venta de petróleo mexicano en el mercado de los EE.UU. La mayor molestia durante su mandato fue una rebelión encabezada por Adolfo de la Huerta, que se veía como su sucesor natural, mientras que Álvaro Obregón preferido a Plutarco Elías Calles, quien fue elegido presidente, sucediendo a Obregón.
Reelecion y asesinato
En 1928, Álvaro Obregón se presentó nuevamente a la presidencia de México, logrando la victoria en una elección disputada. Después de regresar a la Ciudad de México para celebrar su victoria electoral, fue asesinado por José de León Toral (un seminarista que se oponían a las políticas anticlericales), en un restaurante el 17 de julio de 1928.
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