Gobierno de Plutarco Elías Calles: reformas, conflicto religioso y el PNR

El Gobierno de Plutarco Elías Calles: reformas, conflicto religioso y nacimiento del PNR

El Gobierno de Plutarco Elías Calles marcó una de las etapas más decisivas en la historia política de México. Su administración no solo impulsó una transformación económica y educativa, sino que también protagonizó uno de los conflictos religiosos más intensos del siglo XX: la Guerra Cristera. Además, bajo su liderazgo se fundó el Partido Nacional Revolucionario (PNR), origen del sistema político que dominaría el país durante décadas. Este artículo repasa las principales reformas, políticas y consecuencias del mandato de Calles, así como el inicio del Maximato, un periodo en el que continuó influyendo tras dejar la presidencia.

Orígenes y ascenso político de Plutarco Elías Calles

Plutarco Elías Calles nació en Sonora y tuvo una infancia marcada por la ausencia de su padre. Tras la muerte de su madre, fue criado por sus tíos Juan Bautista Calles y María Campuzano, de quienes heredó el apellido. Desde joven trabajó como maestro rural y se interesó por los problemas sociales del país. En 1911 se unió al movimiento revolucionario de Francisco I. Madero y, al año siguiente, combatió aliado a Emiliano Zapata y Pancho Villa contra las fuerzas de Victoriano Huerta, responsable del asesinato de Madero.

Durante la lucha revolucionaria, Calles se alió con Venustiano Carranza, quien más tarde lo designó gobernador de Sonora y posteriormente secretario de Industria y Comercio. En 1920, apoyó la rebelión encabezada por Álvaro Obregón, que derrocó a Carranza. Al término del gobierno obregonista, en 1924, Calles fue electo presidente de México, iniciando una etapa de grandes transformaciones políticas y sociales.

Reformas económicas y políticas del gobierno de Calles

Al asumir la presidencia, Plutarco Elías Calles promovió un ambicioso programa de modernización nacional. Su gobierno buscó consolidar la economía, fortalecer la administración pública y poner en práctica los principios de la Constitución de 1917. Entre sus principales medidas económicas destacó la creación del Banco de México, institución encargada de regular la emisión de moneda y estabilizar el sistema financiero.

Presidente Plutarco Elías Calles
Presidente Plutarco Elías Calles

Con el apoyo de su ministro de Hacienda, Alberto J. Pani, se implementaron nuevos impuestos sobre los ingresos personales y las actividades comerciales, industriales y agrícolas. También se fundó la Comisión Nacional Bancaria y se promulgó la Ley General de Instituciones de Crédito, con el objetivo de ordenar el sistema financiero y supervisar las operaciones bancarias.

En el ámbito rural, se creó el Banco Nacional de Crédito Agrícola, que otorgó préstamos a campesinos y sociedades agrícolas. Durante su gobierno se repartieron más de tres millones de hectáreas entre más de 300 mil campesinos, avanzando en el proceso de reforma agraria. Asimismo, impulsó la construcción de carreteras hacia Pachuca, Veracruz y Acapulco, fomentó la comunicación telefónica con Estados Unidos y Gran Bretaña, y promovió la primera línea aérea de correo en el país.

Impulso educativo y cultural

El gobierno de Plutarco Elías Calles también apostó por la educación como motor del progreso nacional. Se construyeron escuelas rurales y las primeras escuelas secundarias urbanas, además de impulsar la educación técnica e industrial. Las escuelas rurales tenían como objetivo enseñar a los estudiantes higiene, deportes y oficios útiles para la comunidad.

Entre sus iniciativas más notables se encuentra la creación de la Casa del Estudiante Indígena, destinada a promover el bilingüismo y la formación cívica en comunidades rurales. Sin embargo, este proyecto no alcanzó los resultados esperados y fue considerado un fracaso educativo. Pese a ello, se mantuvieron en funcionamiento las Misiones Rurales, que llevaban educación y asistencia técnica a las zonas más apartadas del país.

El conflicto religioso y la Ley Calles

Uno de los episodios más conflictivos del sexenio fue la confrontación entre el Estado y la Iglesia católica. En 1926, Calles promulgó la llamada Ley de Cultos o Ley Calles, la cual limitaba la participación del clero en la vida pública. Esta legislación buscaba reducir el poder de la Iglesia, prohibiendo a los sacerdotes extranjeros ejercer su ministerio, clausurando templos y restringiendo la enseñanza religiosa.

Las medidas incluyeron la reducción del número de sacerdotes, la clausura de conventos y colegios religiosos, y la expulsión del nuncio apostólico. En estados como Tabasco, incluso se exigió que los sacerdotes estuvieran casados para poder ejercer el culto. Estas acciones generaron una profunda indignación entre los creyentes y el clero mexicano.

La Guerra Cristera: religión y resistencia

Como respuesta a la Ley Calles, estalló en 1926 la Guerra Cristera, una rebelión encabezada por campesinos y fieles católicos que defendían su derecho al culto. Al grito de “¡Viva Cristo Rey!”, el conflicto se extendió por los estados de Michoacán, Jalisco, Zacatecas, Querétaro y Guanajuato. El movimiento fue liderado inicialmente por René Capistrán Garza y posteriormente por el general Enrique Gorostieta, quien organizó un ejército de más de 20 000 combatientes.

El gobierno respondió con una fuerte represión militar. El general Saturnino Cedillo dirigió las operaciones contra los cristeros, logrando sofocar el movimiento en 1929. Se estima que el conflicto dejó más de 70 000 muertos y una grave crisis económica, especialmente en el sector agrícola. Finalmente, durante el gobierno interino de Emilio Portes Gil, se alcanzó un acuerdo de paz con la mediación de Estados Unidos, poniendo fin al conflicto el 21 de julio de 1929.

Fundación del Partido Nacional Revolucionario (PNR)

Tras el asesinato de Álvaro Obregón en 1928, Calles advirtió que México no podía seguir dependiendo del liderazgo de los caudillos. En su último informe de gobierno, planteó la necesidad de crear una organización política estable que garantizara la continuidad de la Revolución Mexicana. Así nació el Partido Nacional Revolucionario (PNR), fundado el 1 de marzo de 1929.

El PNR surgió con el propósito de unificar a las fuerzas revolucionarias, disciplinar a los políticos y dar orden a la vida electoral. A través del PNR, Calles buscaba consolidar un sistema político basado en las instituciones, no en los hombres. Este partido agrupó a más de 1 800 organizaciones locales y regionales, convirtiéndose en el primer gran partido oficial del país. Su objetivo no era tomar el poder, sino mantener la estabilidad política y social.

El inicio del Maximato

Al concluir su mandato, Plutarco Elías Calles continuó siendo la figura más influyente de la política nacional. Aunque ya no ocupaba la presidencia, se convirtió en el llamado Jefe Máximo de la Revolución, etapa conocida como el Maximato. Durante este periodo, Calles ejerció el poder tras bambalinas, guiando las decisiones de los presidentes que le sucedieron: Emilio Portes Gil (1928–1930), Pascual Ortiz Rubio (1930–1932) y Abelardo L. Rodríguez (1932–1934).

Bajo estos gobiernos, se consolidaron reformas importantes como la Ley Federal del Trabajo, la autonomía universitaria y la Doctrina Estrada, que definió la política exterior mexicana basada en la no intervención. Sin embargo, el dominio político de Calles comenzó a debilitarse con el ascenso de Lázaro Cárdenas en 1934, quien finalmente lo expulsó del país y puso fin al Maximato.

Conclusión: legado de un gobierno transformador

El Gobierno de Plutarco Elías Calles representó una etapa de consolidación del Estado mexicano. Sus reformas económicas modernizaron las finanzas públicas, su política educativa amplió el acceso a la enseñanza, y su acción política fundó las bases del sistema partidista que dominaría México durante gran parte del siglo XX. Sin embargo, su enfrentamiento con la Iglesia católica y la represión durante la Guerra Cristera dejaron una huella profunda en la sociedad mexicana. El PNR, nacido bajo su liderazgo, marcó el inicio de una nueva era institucional, mientras que el Maximato consolidó su influencia como uno de los hombres más poderosos de la Revolución Mexicana.

Así, el Gobierno de Plutarco Elías Calles se recuerda como un periodo de transición entre el caos revolucionario y la construcción del México moderno, donde las instituciones comenzaron a imponerse sobre el poder de los caudillos.

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