El mito de Inkarri: origen, difusión y su relación con Túpac Amaru
El mito de Inkarri es una de las leyendas más emblemáticas de los Andes peruanos. Según la versión recogida en Puquio (Ayacucho), Inkarri fue martirizado y decapitado por los españoles; su cabeza fue enterrada en el Cusco, pero continuó viva y de ella empezó a crecer un nuevo cuerpo bajo la tierra. La profecía —“cuando el cuerpo de Inkarri esté completo, él volverá”— alimentó la esperanza de los pueblos andinos durante siglos.
Difusión regional del mito
El relato de Inkarri se difundió ampliamente por las regiones de Ayacucho, Áncash, Junín y Cusco. Para las comunidades andinas, Inkarri representaba un mesías andino o “Cristo Inca”, figura redentora que simbolizaba la resistencia frente a la dominación colonial y la promesa de restauración del orden indígena.
Vínculo con Túpac Amaru I
Tras la ejecución del inca Túpac Amaru I por la administración colonial (ordenada durante el virreinato de Francisco de Toledo en el siglo XVI), muchos relacionaron a Inkarri con este monarca decapitado. La expectativa de su resurrección y regreso como restaurador del poder andino quedó asociada al recuerdo de Túpac Amaru I.
La interpretación de 1780: Túpac Amaru II como Inkarri
El 4 de noviembre de 1780, la insurrección liderada por José Gabriel Condorcanqui en el Cusco fue interpretada por numerosos pobladores como la realización de la profecía. Condorcanqui, quien adoptó el nombre de Túpac Amaru II y se proclamó heredero del linaje inca (su ascendencia se remontaba, según creencias locales, a Juana Pilco Huaco, hija de Túpac Amaru I), fue visto por muchos como el Inkarri resucitado.
Versiones amazónicas: Kesha Inca y Juan Santos Atahualpa
El mito también llegó a la ceja de selva central. En la Amazonía, entre pueblos como los campas y aguarunas, la figura fue reinterpretada bajo la influencia de la predicación agustina y recibió nombres propios como Kesha Inca (el Inca mesías). Allí, la esperanza mesiánica se ligó a líderes locales como Juan Santos Atahualpa, quien encabezó una gran rebelión amazónica en el siglo XVIII y fue igualmente visto como un agente de restitución indígena.
Significado cultural e histórico
Más allá de la literalidad del mito, Inkarri funciona como un símbolo potente de resistencia cultural, memoria histórica y anhelo de reparación. Su relación con figuras como Túpac Amaru I, Túpac Amaru II y Juan Santos Atahualpa muestra cómo la memoria colectiva andina transformó relatos proféticos en movilización política durante la época colonial y más allá.
Inkarri como símbolo político
Alejandro Toledo y el uso simbólico de Inkarri
En las elecciones presidenciales del 2001, Alejandro Toledo, el primer presidente indígena elegido por voto popular en el Perú, utilizó elementos de la identidad indígena en su campaña. En sus mítines, sus seguidores coreaban "¡Pachacútec, Pachacútec!", comparándolo con el Inca Pachacútec, un líder visionario y reformador. Toledo, alzando la bandera peruana, respondía: "¡Nunca olvidaré a mi pueblo, carajo!", mostrando su conexión con las raíces indígenas del país. relatoscusco.blogspot.comOllanta Humala y la identidad indígena
En las elecciones presidenciales de 2011, Ollanta Humala, quien también tiene ascendencia indígena, utilizó elementos de la identidad andina en su campaña. Su nombre, Ollanta, es de origen quechua y significa "el guerrero que todo lo ve". Esta conexión con el legado indígena fue parte de su estrategia para movilizar a los votantes que se identifican con la herencia andina del país.Conclusión
El mito de Inkarri sintetiza la interacción entre mito, historia y política en los Andes: una profecía que se adapta a distintos contextos regionales, que reaparece en momentos de revuelta y que sirve como marco interpretativo para identificar líderes históricos con la promesa de un retorno liberador.
El mito de Inkarri ha trascendido su origen como una leyenda andina para convertirse en un símbolo político que representa la resistencia y liberación de los pueblos andinos. Este símbolo ha sido reutilizado en campañas presidenciales en el Perú, como las de Alejandro Toledo y Ollanta Humala, para conectar con la memoria histórica indígena y movilizar votantes.


3 Comentarios
publicado por jessica