Guerra de los Pasteles

Guerra de los pasteles o Primera Intervención Francesa en México, fue la primera invasión de las fuerzas militares francesa en México en 1838.

Antecedentes de la Guerra de los Pasteles

La guerra de los pasteles surgió de la inestabilidad política y económica generalizada que asolo los primeros años de la república mexicana. En 1828, el electo presidente mexicano Manuel Gómez Pedraza fue exiliado por Lorenzo de Zavala con el apoyo del general Antonio López de Santa Anna. El golpe dio como consecuencia cuatro días de combates en la ciudad de México y la instalación de un nuevo presidente, Vicente Guerrero. Los combates en las calles destruidas dio como saldo una gran cantidad de daños a la propiedad personal. El ciudadano medio tenía pocos recursos por los daños sufridos. Los extranjeros cuya propiedad fue dañada o destruida por los manifestantes o los bandidos no tenían cónsules o representantes que hablasen en su nombre y por lo general no pudieron obtener una compensación del gobierno, y comenzaron a apelar a sus propios gobiernos en busca de ayuda. A pesar de las reiteradas reclamaciones francesas, el Gobierno francés deja la cuestión enfriarse. Económicamente, la deuda externa era grande, debido principalmente a un mayor endeudamiento ante varios países europeos, después de haber llegado al punto de que México ya no podía cumplir sus compromisos.

Inicio de la Guerra Mexico - Francesa

Primera Intervencion Francesa en Mexico
En 1838, un cocinero francés de pastelería, Monsieur Remontel, afirmó que su tienda en el distrito de Tacubaya de ciudad de México había sido arruinada por saqueos oficiales mexicanos en 1828. Hizo un llamamiento al rey de Francia Luis Felipe (1773–1850). El gobierno francés va en ayuda de sus ciudadanos y exige 600.000 pesos en concepto de daños. Esta cantidad era muy alta en comparación con el salario diario promedio de un obrero, que estaba sobre un peso. Además de esta cantidad, México había incumplido también millones de dólares en préstamos de Francia.

 Diplomático Baron Deffaudis le dio a México un ultimátum para pagar sus deudas a Francia. Cuando el pago no fue enviada por el presidente Anastasio Bustamante (1780-1853), el rey de Francia envió una flota bajo el mando del almirante Charles Baudin para declarar un bloqueo de todos los puertos mexicanos de Yucatán hasta el Río Grande, para bombardear la fortaleza mexicana de San Juan de Ulúa y aprovechar el puerto de Veracruz. Prácticamente toda la Armada de México, fue capturado en Veracruz en diciembre de 1838. Entonces, México declaró la guerra a Francia.

Con el comercio cortado, los mexicanos comenzaron a las importaciones de contrabando en el puerto de Corpus Christi, Texas, y luego en México. Ante el temor de que Francia bloqueara los puertos de Texas, un batallón de hombres de la República de Texas comenzó a patrullar la Bahía de Corpus Christi para detener a los contrabandistas mexicanos. Una de las partes abandonaron su tráfico de carga de alrededor de un centenar de barriles de harina en la playa en la desembocadura de la bahía, dando así su nombre Flour Bluff. Los Estados Unidos, siempre vigilante de sus relaciones con México, envió a la goleta Woodbury para ayudar a los franceses en su bloqueo. Las conversaciones entre el reino de Francia y la nación de Texas se produjeron y Francia acordó no ofender al suelo o las aguas de la República de Texas.

La batalla que aconteció el Cinco de Mayo, en ocasiones se confunde con la que tuvo lugar en una posterior invasión (1862) de México orquestada por Napoleón III.

El Papel del general Antonio Lopez de Santa Anna

Mientras tanto, actuando sin autoridad explícita del gobierno, Santa Anna salió de su retiro de su hacienda cerca de Xalapa, Veracruz y le pidió al gobierno utilizar sus servicios militares para la guerra, y se le ordenó de inmediato a luchar contra los franceses por todos los medios necesarios. Dirigió las fuerzas mexicanas contra los franceses y en una escaramuza con la retaguardia de los franceses, Santa Anna fue herido en la pierna por una metralla francesa. Su pierna tuvo que ser amputada, y luego fue enterrada con honores militares por órdenes de Santa Anna. Aprovecho sus heridas con propaganda elocuente, Santa Ana lograría catapultarse de vuelta al poder en México.

Fin de la Primera Intervención Francesa en México

Con la intervención diplomática de Gran Bretaña, finalmente el presidente Anastasio Bustamante se comprometió a pagar los 600.000 pesos a Francia y las fuerzas francesas se retiraron su flota de naves que bloqueaban los puertos mexicanos y devolvieron al gobierno mexicano las naves que había incautado el 9 de marzo de 1839.

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